El río chiquito y sus “tristes aguas”

La mitad de su caudal es de un color gris casi negro y un fétido olor que  llena el ambiente a su alrededor.

La otra parte, después de combinarse con el agua charandosa que baja de la Santa María, se torna de un tono café, sin embargo las descargas residuales y la basura que acumula le sigue manteniendo un olor insoportable en sus zonas de cruce.

Las botellas de plástico tapan los filtros y juegan en los remolinos de agua.

En la primer parte del río,  casi en su inicio en la zona urbana, un parque lineal fue construido para la recreación de las personas; casi al final, en la cercanía del Monumento a Lázaro Cárdenas, el olor es ya algo fuerte y ocasiona que las personas se tapen la nariz o caminen rápido.

 

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